¿Qué pensarías si nos dijeran que el matrimonio no es una culminación feliz del sufrimiento infantil?
¿Qué pensarías si te dijera que algunos matrimonios parecieran haber sido elegido por las almas para reforzar un aprendizaje de amor propio, el cuál se pudiera presentar en forma de problemas? No, tu pareja no está ahí para hacerte feliz, si no para que crezcas.
Arcángel Chamuel, nos explicó durante una sesión el rol que jugaba el matrimonio en la vida de Ernesto y con una vista muy general el compromiso que adquiría no con su pareja, si no consigo mismo.
En esta historia pareciera que casarse no era la culminación o inicio de una nueva vida llena de amor, hijos y planes. Faltaban apenas unos días, y las dudas llenaban la cabeza de Ernesto. No era que no sintiera amor, si no que realmente no sabía que era el amor verdadero.
Sería una nueva etapa, con muchas pruebas y retos, le decía Arcángel Chamuel. Pero lo más importante, es que ese hito en su vida estaba ahí para que él pudiera aprender a amarse incondicionalmente.
Él era abusivo, física y verbalmente. El lo sabía. ¿Cómo dejar ser así? En verdad amaba a su futura esposa.
En un ejercicio muy sencillo, los Arcángeles le enseñaron a preguntarse como se encontraba, repasar su día, y reconocer sus emociones. Era algo que debía aprender a hacerlo DIARIO si deseaba estar bien, para poder dar amor a su pareja y antes de que los abusos se apoderaran de todo, por no poder expresar sus emociones.
No parecía que fuera a ser una etapa fácil, ni con un final feliz, pero era una etapa que su alma había planeado, llena de aprendizaje.
Pareciera entonces, que LAS PAREJAS, NOS ENSEÑAN A AMARNOS, contrario a lo que muchos piensan, que en el matrimonio encontrarán el amor que les había faltado. Déjame decirte que será diferente para cada quién, según su misión del alma.
¿Puedes ver cómo la vida se vale de diferentes roles para que tu alma crezca?
Lo que el alma de Ernesto necesitaba, lo aprendería en dos caminos, solo o acompañado, con amor o con dolor. Tenía ya suficiente información para saber que estaría mejor solo de acuerdo al reto que debía sobrepasar, pero decidió agregar una pareja a su vida, y era otra manera de aprender. Daba igual la decisión de casarse o no casarse, el objetivo era el mismo : Dejar de ser abusivo consigo mismo, reconocer sus emociones y preguntarse si estaba bien de manera constante. Era la formula para regresar al amor, y ahora si entonces poder experimentarlo con su pareja.
El reto se veía grande, y el estaba dispuesto a tomarlo, aun sabiendo que tenía muchas carencias afectivas que lo hacían actuar así. Lo decidió. Se casaría. ¿La diferencia? Ahora tenía mas consciencia y responsabilidad de su felicidad y de los retos que debía superar.